Hablemos de la muerte, hablemos mucho más de la muerte, porque no podemos hacer ninguna revolución si seguimos creyendo que vamos a vivir para siempre.
Ilustración: David Durall
El tiempo.
El tiempo, el sueño y la muerte son mis dioses, la trilogía a la que me debo y a la que rezo. No hay nada por afuera de ellos, todo dentro de su ley.
La carta astral es el tiempo que encarnamos. No es la influencia planetaria ni el misterio del alma, es la manera en la que la 4ta dimensión sopla vida sobre los cuerpos de barro y maíz. Leer la carta natal es leer la repetición circular del tiempo en nuestro espacio - cuerpo, el fractal que representamos. Y como tal una de las primeras cosas que nos dice es que siempre hay principio pero nunca hay un final. El tiempo puede variar, percibirse más rápido o más lento pero nunca se detiene.
Por eso puedo sin vergüenza alguna decir el cliché más rosa: la muerte no existe. Para la carta astral seguimos siendo en el tiempo, en la continuidad circular. Lo demuestra permanentemente: Aunque el cuerpo de la persona ya no esté, las prognosis sobre su carta siguen indicando eventos que le suceden: un reconocimiento post mortem de su trabajo puede verse en la activación del su Sol, tener nietos quizás en un tránsito sobre la casa X, que se venda la casa donde vivía en una profección de la cuarta. Nos siguen ocurriendo cosas aunque el cuerpo haya sido devuelto a los elementos porque el tiempo, el dios que nos insufla vida, no cesa.
Por eso podes seguir hablando con tu vieja, con tu hermano, tu compañero o tu amiga, porque nunca fue su cuerpo con el que te relacionaste. Fue con el tiempo que aún habitan.
Ayer se murió Iael.
Ella cumple años 4 días después que yo, nuestros soles solo están alejados 4 grados y nuestro nacimiento dos años. Va a cumplir 42 años y ayer se murió.
¿Quién muere con 41 años? ¿Cómo vas a ser así de desubicada, de ridícula? ¿Cómo vas a abrir este extrañamiento en la trama del tiempo como un error en la matrix, como un glitch que nos tiene a todas torciendo la cabeza a 45 grados a ver si así entendemos algo de lo que está pasando?
¿Cómo te vas a morir sin haber desatado la rabia sobre los que te lastimaron? porque para mártires ya tenemos las guerras y no necesitamos más santas.
Quizás podamos encontrar consuelo en saber que sobre tu momento de nacimiento, sobre el tiempo que sos, estaba pasando Júpiter. Lo que desde afuera vivimos como contracción para vos fue una ampliación de la vida.
Circa 2026. Uruguay.
Iuppiter Liberator
No es poco común morirse durante un tránsito significativo de Júpiter. Las últimas muertes famosas, las de Franciso y Mujica, tuvieron a este dios en caminando sobre las partes vitales de su carta. Este es uno de los significados que más me gusta de Júpiter, porque se lo asocia con los regalos, con el crecimiento, la expansión y el conocimiento. ¿Qué nos dice entonces de la muerte cuando esta viene a lomo del planeta más grande del sistema solar?
Iuppiter liberator es uno de los epítetos asociados a este dios, que es también el dios de la luz. Júpiter, como vemos en el mito de Quirón, eleva y libera. Bajo su regencia la muerte es en realidad una flor que se abre. Morirse es florecer.
Pero no estamos listxs para esta conversación, porque al sistema no le conviene que tengamos a la muerte muy presente: el recordatorio del memento mori es quizás el primer enemigo de la vida dedicada a la producción. Quien tiene la certeza de la muerte ya no regala su tiempo (y lo que es lo mismo, su vida) a un patrón. Mejor temerle, mejor ocultarla junto con los dólares bajo el colchón, para no verla porque si la vemos, si de verdad la vemos, sabremos lo que es importante.
La muerte jupiteriana libera del dolor, de las sombras, de la herida, de la vida productiva y esclava. Esa muerte no se llora.
La muerte tiene carta.
La carta natal es solamente un instante de algo. Todo tiene su carta, incluso la muerte y al levantarla nos revela el espíritu de ese evento. Mi gata, por ejemplo, murió con el ascendente en Escorpio, Marte en Virgo y el Sol en Leo. Tuvimos que pararle el corazón sobre una camilla fría de una veterinaria. Si, tuve que decidir sobre su muerte y quisiera decidir sobre la mía también porque nadie debería agonizar en dolor porque no tenemos el coraje de hablar de las cosas más fundamentales. Morirse bien es un derecho, por eso lloré por la mujer internada al lado de mi vieja que en los breves momentos de lucidez que tenía lo único que pedía era poder morirse en su casa, en el norte de país, con su familia de la que la habían arrancado y no sola en una ciudad que no conocía y en una cama de plástico.
Ver la carta de la muerte es ver otro proceso de la persona, otra dimensión que está habitando, el parto inverso que abre otro capítulo importante. No llevemos flores como despedida, llevemos flores como felicitación.
Toda muerte es política.
Toda muerte es política. No se muere igual el pibe en la villa que el hijo de Elsztain, ni la mujer al hombre, ni la vaca al humano. No se muere igual la persona en Chile que los chicos en Gaza (esas muertes no son celebraciones, son genocidio).
Los cuerpos sufrientes son también son también cuerpos sobre el que se ejerce el poder farmacéutico: mientras más dilate el fin más consumirá. Iuppiter liberator nos eleva de esa posibilidad y nos saca del miedo. Jupiter libera del sistema.
Algo similar ocurre con el suicidio, que en la segunda edición de mi libro (a publicarse este 2025) vinculo con Quirón. Lo político es el silencio alrededor de estas decisiones, como si no fueran a veces resultado de la ausencia de un estado contenedor, de un sistema que legitima violencias, de un sistema que oprime económicamente. Tenemos que hablar del suicidio para que no se convierta también en la dimensión plutoniana de la muerte: Lo que queda oculto y lo que denuncia son dos experiencias que condensa la desición sobre la propia muerte.
Que sea bienvenido el nacimiento inverso, cuando liberador, cuando divino, cuando bello. Que sea un desafío al mundo cuando representa los lugares donde fallamos como sociedad.
Que sea un vínculo de poder y ya no de miedo.
¿Querés ver alguno de estos procesos?¿Alguien falleció y necesitas orientación? Podes tomar una consulta puntual
Te abrazo, siempre inspiradoras palabras.
me partiste al medio Jesi